«Blackfish» da mucho que pensar y deja espacio a la reflexión. El mensaje es claro, aunque puede haber algunas cosas que objetar (aquí o aquí), y no voy a decir nada nuevo a cerca del documental que no se haya dicho ya…
N oobstante, sí que tengo una duda acerca de la repercusión y utilidad real en cuanto a la protección de, en este caso, las orcas. No es la primera película-documental con las orcas como protagonistas: «A whale of a business«, de la serie documental Frontline, ya puso el asunto sobre la mesa en 1997. En este documental se cita, entre otros animales, a Keiko, famosa por haber protagonizado una película unos años antes: Liberad a Willy.
¿Puede Blackfish tener más repercusión que Liberad a Willy? Evidentemente son dos cintas muy diferentes: en Liberad a Willy se humaniza el cautiverio de la orca, que es «amiga» de un niño y quiere volver al mar con su familia; mientras, en Blackfish los accidentes/ataques con entrenadores sirven de puente a la presentación de un asunto moral que cuestiona la captividad de los cetaceos.
Liberad a Willy llegó al gran público y entre otros resultados consiguió la liberación de Keiko. Los resultados sensibilizadores quedaron ahí: personalizados en un individuo. Ninguna de las 3 películas siguientes (sí, existe Liberad a Willy 4 -¡¿CUATRO?!-) ha tenido apenas repercusión y el asunto ha pasado desapercibido para las masas hasta esta «Blackfish».
¿Podrá Blackfish dar un empujón definitivo y poner la captura y la cría en cautiverio de cetaceos sobre la mesa? Mientras obtenemos la respuesta, y para ampliar el debate, aprovecho para para recuperar una imagen de VueltaenterA…
VueltaenterA 