Bicipalma: transporte insostenible

En el mes de marzo del pasado año comenzaba a funcionar el servicio de bicicleta pública de Palma de Mallorca: el BiciPalma. Dado el tamaño y las características de la ciudad (distancias pequeñas, escasas pendientes), la bicicleta se presume como un transporte más que adecuado y que además nos quitaría de muchos problemas. Sin embargo, el mal diseño de la red de carriles bici, la estrechez de la mayoría de aceras y la alta densidad de tráfico en algunas vías de la ciudad, hacen que la bici sea el enemigo de todos.

Con la incorporación del sistema de bicicleta público y la creación de nuevos carriles bici, parecía que finalmente los gestores de la ciudad apostaban por este transporte. No obstante, la apuesta no era tal, ya que en realidad en ningún momento se apostó (o se creyó posible) por reducir el usuario de transporte privado e incorporarlo a esta nueva alternativa. Un ejemplo claro: para usar el servicio es necesario tener la tarjeta ciudadana, que sólo pueden adquirir los residentes de determinados municipios. De esta manera se elimina la opción de que un viajero en tren o autocar que llega a Palma pueda utilizar una bicicleta para desplazarse por la ciudad. El escaso compromiso con la bicicleta condujo además a que las reformas en la ciudad fueron nefastas y no contentaron ni a los ciclistas, además de añadir más problemas y más gasto.

Hasta ahora el servicio ha estado funcionando en modo de prueba, de manera que los más de 20.000 inscritos podían utilizar de manera gratuita las 200 bicicletas disponibles (…). Ahora, BiciPalma, que durante este tiempo ha demostrado su inoperancia, comenzará a ser de pago.  Y no sólo eso, si no que se abre a turistas. Una muestra más de que el servicio (público, no turístico) que debe servir al ciudadano para dejar el coche aparcado no es tal.

Así, un sistema ya colapsado, que se nivelará con la pérdida de usuarios por la inclusión de tarifas,  se verá superado por la incorporación de turistas. No se crearán nuevas estaciones, con lo que seguirá siendo inservible para la mayoría de palmesanos. La red de carriles bici seguirá igual, con lo que continuarán los conflictos con los restos de usuarios de la vía. Conflictos que por supuesto se verán incrementados por los usuarios que desconocen la ciudad (los turistas), que seguramente circularán por aceras donde no está permitido hacerlo, con la consecuente multa?

En resumen, el BiciPalma es el perfecto ejemplo de una excelente idea con una pésima aplicación.

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